Tuesday, August 16, 2011

El Transfuguismo (2)


La Comuna de París, 1871

No hay porqué esperar a las próximas elecciones, hay que botarlos ¡ahora!

Ese grito aun resuena en Madison, Wisconsin, Estados Unidos, país sede del imperialismo, donde el pueblo tomó las calles exigiendo la inmediata destitución del gobernador Scott Walker y de unos cuantos congresistas a quienes el pueblo acusa de traicionar su obligación de procurar el bienestar general, por favorecer a las grandes corporaciones.

Lo mismo que acontece en Wisconsin, una revuelta que comenzó en febrero de este año junto con la crisis política de Egipto y otros países árabes, se produce en Chile, debido a que la educación dejó de ser gratuita y cada vez es más cara. El gobierno de Piñeira se ve enfrentado a una protesta estudiantil y popular bajo un sentimiento absolutamente globalizado, desde España a Inglaterra, desde Egipto a Santiago de Chile: INDIGNACION.

Sólo que la indignación por sí misma, no basta.
Como tampoco son suficientes las movilizaciones de millones de indignados que toman plazas y enfrentan a las policías exigiendo la revocatoria de los políticos de derechas y aun los de la izquierda burocratizada, bajo el lema “¡Que se vayan todos!”

Felipe Quispe, el Mallku, político revolucionario boliviano, a comienzos de este siglo, cuando el pueblo del altiplano derrocó al gringo Goñi que los gobernaba, señaló: “sabemos tumbar gobiernos, pero no sabemos tomar el poder”. Poco después, Evo Morales llegaba al gobierno pero el transfuguismo tomó el poder.

¿Por qué? Simplemente porque la mayoría de movimientos ocurridos en los últimos cien años sabiendo lo que está mal nunca supieron dirigirse a un cambio definitivo por lo que terminaron en manos de traidores y tránsfugas.

La historia no es nueva
En 1871, desde el 18 de Marzo hasta el 28 de Mayo, en Paris, se instauró en el mundo el primer gobierno de los trabajadores, la Comuna de París. Una experiencia de casi 60 días que dio para la eternidad unas lecciones que aun perduran y que son claves para saber qué hacer si en una de esas los trabajadores y el pueblo alcanzan el poder. Tales lecciones son importantes pues sugieren medidas por las que se puede luchar aun antes de tomar el poder, medidas que son perfectamente aplicables al Perú actual. Las lecciones de la Comuna son:

  1. El Estado es el resultado de una sociedad de clases diferenciadas económicamente. Tales clases tienen intereses irreconciliables que se resuelven en apariencia mediante un “contrato social”, o “Gran acuerdo nacional” como se le llama en el Perú, que permite la “gobernabilidad”.
  2. La clase que detenta el poder económico, social y político impone una dictadura que se sustenta en el ejercicio de la violencia política con consecuencias de opresión militarista.
  3. En tiempos regulares de “bonanza económica”, la clase que impone su dictadura impone su forma de pensar y hace creer al conjunto de la sociedad que no hay otra forma posible de convivencia social. En esta etapa, el Estado aparece como una especie de árbitro que apela a la “concertación”, las “mesas de diálogo”, a la “inclusión” un término en boga que refleja que la clase en el poder no incluye a las otras clases en el beneficio de la riqueza que produce el trabajo en general y sobre los recursos naturales en particular.
  4. El manejo del estado, por parte de la burguesía en el poder, ha devenido en una administración criminal y corrupta, como consecuencia de los manejos corruptos de las empresas capitalistas cuyo fin no es la producción en sí, sino la acumulación de riquezas y poder.
  5. El estado burgués es una estructura burocrática que se interpone entre las demandas populares como un muro de contención.
  6. En el Perú, la constitución del 92, elaborada por Montesinos que determinó el manejo descaradamente genocida y cleptocrático del fujimorismo, ha instalado un Estado para perpetuar los medios que justifican la dictadura burguesa. Ésta cuenta para domesticar la voluntad popular con el monopolio de los medios de comunicación.
  7. El gobierno de Humala, que hoy por todas partes revela la permanencia y/o retorno de funcionarios “con experiencia” en el manejo sucio del estado, no es ni será la excepción, la burocracia estatal seguirá haciendo de las suyas: el transfuguismo ya triunfó.
  8. La “conciliación de clases”, política que es empleada generalmente por los reformistas de todo tipo, desde socialdemócratas hasta stalinistas pasando por nacionalistas, es una utopía reaccionaria. Ya se ha visto que todos los reformistas llegados al poder, gobiernan al servicio de la burguesía.
  9. Definitivamente el estado burgués, es la estructura para la dominación de la burguesía y perpetuar el sistema capitalista.
  10. No es posible lograr la libertad, la igualdad, la fraternidad y la salvación del planeta de su depredación, esto es el socialismo, sin acabar el dominio de la burguesía, sin destruir su estado, sin suprimir sus mecanismos represivos, su aparato militar y policial, sin abolir el origen de su dominio económico: la propiedad privada sobre los medios de producción.

Cinco punto, cinco son, para la lucha contra el transfuguismo:

  1. Se debe quebrar el sistema “transfuguista” que transforma a los dirigentes populares en agentes del estado burgués, para ello la revocatoria inmediata, sin plazos, es la respuesta contundente. Dirigente político que traiciona el mandato popular merece ser destituído de inmediato y reemplazado por otro.
  2. Al gobierno se llega a servir, por lo que resulta “enriquecimiento ilícito” que los funcionarios de Estado ganen por encima del salario promedio de un trabajador calificado. La idea de que sólo los “doctorcitos” de cuello y corbata son los únicos capacitados para gobernar es un mito. Tales doctorcitos, como Alan García, puestos al frente del gobierno son un peligro: solo sirven para robar y matar.
  3. Los “secretos de estado” sólo sirven para ocultar las acciones corruptas de una burocracia parasitaria que sirve para alejar las demandas populares de sus verdaderas soluciones. La participación ciudadana, masiva, en el control de las “labores de estado” debe organizarce clara y abiertamente.
  4. La historia del Perú y su actualidad demuestran que ni las fuerzas armadas ni policiales resuelven los problemas de seguridad ciudadana ni de sus fronteras. Por el contrario, estas fuerzas se vuelven contra el pueblo en defensa del estado genocida y corrupto. La seguridad ciudadana depende de que el pueblo la tome entre sus manos organizadamente.
  5. La solución a los grandes problemas económicos y del futuro del Perú como país y como parte de la comunidad de naciones del planeta, depende de la desaparición del sistema capitalista, de la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y del control de los trabajadores de todo el aparato productivo y de la planificación centralizada de la economía.

La Constitución fujimontesinista del 92 es el muro que protege los intereses de la burguesía peruana y de las corporaciones imperialistas, derribarlo no significa levantar el muro de la Constitución del 79. Lo que queremos es derribar los muros para siempre y construir el camino de bienestar que nuestro trabajo y esfuerzo merecen.

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