Wednesday, July 27, 2011

El comandante no tiene quien le escriba

El arroz con mango que se ha vuelto Gana Perú, desde que ganó las elecciones, refuerza la idea para muchos peruanos que, al votar por el candidato nacionalista, en realidad se expresaba sólo rechazo al retorno del fujimontesinismo.

Bastaron unas cuantas horas, o minutos, para develar que después del triunfo electoral eso era todo. Que de allí en adelante sólo quedará la fuerza de la calle, o de la pampa, o el bloqueo de los caminos por donde los capitalistas se llevan nuestras riquezas bloqueando el camino de nuestro bienestar.

Las elecciones pasaron y el capitalismo vuelve a la “normalidad”. La derecha, que hace años intenta legitimarse ganando al menos una sóla elección y que es repudiada en las ánforas, termina decidiendo, una vez más, el programa del nuevo gobierno, ya sea por la fuerza de su control sobre los medios, ya sea por el “lobbysmo”, o ya sea por la fragilidad política de los grupos independientes, Fujimori, Toledo, o por la desmedida ambición de partidos como el APRA que carente de principios accede al poder para desde allí “meterle uña” a las arcas del Estado.

¿Cambio, cuál cambio?
Con Humala hubo quienes soñaron con un cambio. Y efectivamente lo hubo. El candidato que se dibujaba como radical, cambió. En cuanto ganó las elecciones, mismo tránsfuga, se convirtió en una ficha de ajedrez. Un alfil del color de la derecha. Ahora tiene al frente a los peones del color opuesto y el juego comienza de nuevo.

¿Dónde quedaron los estrategas, asesores, ideólogos, politólogos, sociólogos, ingenieros y arquitectos del nacionalismo? ¿Dónde están ahora quienes escribieron el programa inicial del PNP, que asustó a la derecha causando por ello la adhesión de la mayoría de grupos de izquierda, tanto del reformismo como de los radicales, el apoyo incondicional y el “crítico”?

Están ahora, camino al archivo de promesas electorales incumplidas, tantos borradores, lapiceros, horas de trabajo, de debate para resolver la dialéctica entre lo posible y lo imposible, para escribir un programa no sólo convincente sinó verdaderamente popular. Tanta pulcritud de lenguaje, tanto verbo que no se hizo carne porque duró apenas unos cuantos segundos al fin de la primera vuelta, para luego esfumarse en el rincón de las ánimas.

La nota de Carlos Tapia en La Primera, el martes 26 de Julio no deja de ser reveladora. Lo que dice Tapia, persistiendo en que el nacionalismo sigue siendo la opción popular, deja la sensación de ridículo. Insistir en que Gana Perú, sigue siendo la opción del cambio y que “los partidos de izquierda, el colectivo CxC y los movimientos políticos regionales, tienen la responsabilidad de llevar la confluencia de GANA PERU a buen puerto, convirtiéndola en una organización política de nuevo tipo (¿partido-frente?), con un programa alejado de todo dogmatismo, con democracia interna, actitud fiscalizadora y portadora de una ética militante que excluya la práctica del clientelismo y el aprovechamiento personal. Y que sepa estrechar fuertes lazos con los movimientos sociales”. Ufff, tanto blablablá francamente corrobora la idea de que este nacionalismo ya fue y que sus ex-escribidores se quedaron sin piso.

¿El comandante no tiene ya quien le escriba?

No hace falta libreto. El guión del capitalismo neoliberal ya está escrito de antemano por la Confiep, la SNM, el FMI, el Departamento de Estado USA y todas las instituciones imperialistas que le dan la vuelta al mundo. Sirvió para el gobierno de Fujimori, Paniagua, Toledo, García y hoy, 28 de Julio, abre el telón para dirigir la actuación presidencial de Ollanta Humala, con fondo musical de marcha militar.

Ojo al charqui, nuestra victoria final no está aun en Palacio de Gobierno.

El Asalto al Cuartel Moncada y el inicio del socialismo latinoamericano

Líderes de la Revolución Cubana, marchan en respuesta a uno de los múltiples atentados criminales llevados a cabo por EEUU contra la Isla revolucionaria.

A Miguel Maldonado, dominicano del mundo, un hombre fiel a sus principios, amigo leal y buen compañero.
El 26 de Julio de 1953, un grupo de militantes del Partido Ortodoxo, una organización de corte reformista, cuyos lemas importantes eran “Vergüenza contra el dinero” y “Prometemos no robar”, dirigidos por el joven abogado Fidel Castro, asaltaron el Cuartel Moncada, ubicado en Santiago de Cuba, al Oriente de la isla, con el objeto de obtener una victoria militar contra la dictadura de Fulgencio Batista, un sargento del ejército cubano que asaltó el poder el 10 de Marzo de 1952, con el apoyo de la mafia de Lucky Luciano y del Departamento de Estado norteamericano.

La operación revolucionaria fue derrotada y gran parte de los 135 combatientes fueron hechos prisioneros y asesinados por las torturas dirigidas por los oficiales de Batista, que convirtieron “el uniforme militar… en mandil de carnicero”(F. Castro). Castro es capturado y llevado a juicio presentando un brillante alegato con el título “La historia me absolverá” que será su consagración como líder popular.

En México, el Gramma
22 meses después, en 1955, Batista en un alarde de seguridad, como quien tiene todo bajo su control, amnistía a Castro y los sobrevivientes del Moncada que parten a México a preparar el retorno a Cuba y dar inicio a la lucha armada, contra la dictadura batistiana y su régimen de terror.

El 2 de diciembre de 1956 luego de un viaje complicado, el Gramma una pequeña embarcación, es intervenida al llegar a las costas. Sólo sobreviven 20 guerrilleros de los 82 iniciales, entre los cuales destaca Ernesto Che Guevara, que se dirigirán a la selva para reorganizar una guerra de guerrillas que no descansará hasta lograr la victoria final el Primero de Enero de 1959.

La leyenda que ha distorsionado los hechos, presenta la revolución cubana como resultado de la lucha de unos pocos heróicos guerrilleros, pero no es así. La oposición a Batista funcionaba en todo el territorio cubano, en las universidades, las plantaciones, las fábricas, los movimientos femeninos, los barrios pobres.

Reforma o revolución
El Partido Socialista Popular (Comunista), dirigido por Blas Roca, el 30 de agosto de 1953, en una “Carta a los militantes” presenta el asalto al Cuartel Moncada como una tentativa “putschista, aventurerista, desesperada, característica de una pequeña burguesía sin principios y comprometida con el gangsterismo”, proponiendo elecciones generales para enfrentar a Batista, el dictador al que años antes calificaran como “ídolo de un pueblo que piensa y vela por su bienestar... hombre que encarna los ideales sagrados de una Cuba nueva y que por su actuación demócrata identificado con las necesidades del pueblo, lleva en sí el sello de su valor” (Hoy, vocero del PSP, 1944)

Esa convicción surgía de las teorías stalinistas de que los PC's de América Latina debían apoyar a las burguesías nacionales en la suposición de que eran “progresistas”, por lo tanto antimperialistas, de modo que éstas al llegar al poder desarrollarían el capitalismo al máximo para posibilitar el ulterior desarrollo socialista. Esta era la teoría de la “revolución por etapas”, que caló profundamente no sólo en la mente de los stalinistas sino en el reformismo contemporáneo, que ya llegó al gobierno, mostrando su verdadera entraña procapitalista en países tan diversos como Chile, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Uruguay, Argentina, Venezuela y ahora Perú, donde este “progresismo” acaba de darle un portazo en la nariz al movimiento popular cuando justo a pocos segundos de declararse su victoria electoral, el “nacionalista” Humala, expresa que conformará un gobierno de coalición, convocando en la práctica, para su próximo gabinete, a figuras de la derecha para puestos claves en su próximo gobierno.

Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las puertas de la revolución
Volviendo a Cuba de los 50’s, bajo la dictadura del sargento Batista, la vida se había hecho poco menos que insoportable. Las posibilidades de oposición a la dictadura se cerraron por completo lo que hizo funcionar un acertado axioma expresado en la otra isla cautiva, Puerto Rico, por el líder Pedro Albizu Campos quien dijo: “cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las puertas de la revolución”.

De todas partes de Cuba, llegan a Sierra Maestra, donde se concentraban los rebeldes, toda clase de apoyo físico, material y de nuevos reclutas dispuestos a vencer o morir.

Cuando el Ejército Rebelde del Movimiento 26 de Julio toma el poder, fiel a su concepción reformista, apoya la creación de un gobierno de “notables”, presidido por Manuel Urrutia, quien desde el principio estuvo opuesto a que el Movimiento 26-J, cumpliera sus promesas de renovación y cambio. Ante las negatividad de Urrutia, Castro renuncia y el pueblo sale a las calles y el presidente burgués es forzado a abdicar y al fin se impone un gobierno revolucionario presidido por Osvaldo Dorticós en el que se nombra como Primer Ministro a Fidel Castro y ministro de Economía al Che Guevara.

Cuba se declara Socialista
Apoyado por el Ejército Rebelde en armas, y las organizaciones populares y sindicales, el 17 de Mayo de 1959, se decreta la Ley de Reforma Agraria, expropiando, nacionalizando y confiscando tierras mal habidas o pagando indemnizaciones que EEUU se negó a recibir.

El 15 de Abril de 1961, con la abierta intervención del gobierno de J.F. Kennedy, se produce la invasión militar a Playa Girón, Bahía de Cochinos. Luego de 65 horas de duro enfrentamiento, la invasión fue derrotada. Castro, aprovechará la victoria para declararse “marxista leninista” y proclamar el gobierno socialista de Cuba “Primer Territorio Libre, en América”.

La respuesta del imperio fue el bloqueo a la Isla revolucionaria. Impedir el flujo comercial entre Cuba y el resto de países del mundo. Cuba se convierte, desde entonces, en una fortaleza sitiada, atacada por todos los medios por EEUU que no ha tenido reparos en usar armas bacteriológicas para, por ejemplo, acabar con la ganadería porcina, o generar enfermedades visuales en los seres humanos, además, ejecutar 638 atentados contra la vida de Fidel Castro, impedir, como recientemente ha sucedido, que Cuba se equipe con modernos instrumentos de medicina, aun después de haber sido pagados, al contado y en efectivo.

Fortaleza sitiada o barco en medio de una tormenta
Ignacio Ramonet, recuerda que uno de los santos de la iglesia católica afirma que “un barco en medio de una tormenta no admite disidencias” (o algo así, pido perdón por transcribirlo de memoria sin acudir a la fuente, pero la idea es la misma). Esa situación unida a la fuerte influencia del comunismo stalinista, y especialmente a la enorme soledad en la que se encuentra Cuba, ha generado una situación atípica a los postulados del socialismo.

Los éxitos de Cuba en materias de educación, salud, deporte, ciencias médicas, etc., a pesar de su precaria economía, luego de 50 años han dado paso a una línea de quiebre que acerca a Cuba a la restauración capitalista. El fin del monopolio estatal del comercio exterior, la liquidación del Instituto de Planificación Centralizada, la aparición de bancos privados, el impulso al turismo con la permisión de empresas capitalistas privadas para desarrollarse en la Isla, el peso aplastante de una burocracia estatal que impide el debate, imponiendo las viejas prácticas stalinistas de sustitución de los trabajadores que, cada vez mas, son alejados del poder, la permanencia del partido único, el caudillismo del castrismo, etc., ponen en peligro a la revolución cubana. Es que no es posible el socialismo en un solo país.

Legado del Che
Hace años el Che Guevara afirmó que el reformismo ya tuvo su oportunidad y no cambió nada: “O revolución socialista, o caricatura de revolución”, dijo. Esta frase suena hoy más vigente que nunca, especialmente en el Perú, donde haber puesto todas las esperanzas en un Humala, hoy tránsfuga de sus promesas originales, exige mantenerse en el movimiento de los trabajadores y el pueblo que hace años resiste al neoliberalismo capitalista, demandando respuestas contundentes a unos dirigentes políticos que en cuanto tienen una oportunidad de salir al frente de las demandas populares, terminan virando a la derecha.

Quizá, el mensaje de la revolución cubana, de los miles de muertos que costó, de valientes luchadores y de un pueblo que siempre estuvo en primera línea de la solidaridad internacional, sea el compromiso de luchar por el socialismo en nuestros países. “Seamos realistas, exijamos lo imposible”. Dijo el Che, en un mensaje que no debe dejar de resonar en nuestros oídos.

El triunfo de la revolución socialista en el Perú, y en el resto de América Latina, será la prolongación de la revolución cubana iniciada el 26 de Julio de 1953.

¡Gloria a sus héroes!

Tuesday, July 19, 2011

Qué tal “reclutada”, comandante Humala

No, no la de su hermano Alexis, que se le adelantó en el frente externo. Porque se anticipó, ¿no es así? Carlín, el extraordinario caricaturista, sugiere que esa reclutada se resuelve con 400 ranas. Pero no es esa “reclutada” la que nos preocupa.

¿No es otra “reclutada”, acaso, ratificar al militante del PPC, Julio Velarde, que estuvo en la plana de asesores de Lourdes Flores en las elecciones del 2006 y que fuera puesto al frente del BCR por el mismísimo Alan García para darle “confianza” a la derecha mafiosa y corrupta de que el fujimontesinismo seguiría boyante?

Si, comandante. Para decirlo en las palabras de cuartel a las que usted está acostumbrado, es una “reclutada” empezar a gobernar, cuando aun no se está en el gobierno, generándole confianza a los mafiosos de la derecha que manejan su Bolsa de Valores (de valores monetarios carentes de ética) como uno de esos garitos de juego ilegal, pero legalizados en el Perú y que ostentosamente lucen su legalidad con luces de neón, como deben lucir las entradas al infierno de don Sata García. Porque no me negarán que Satanás debe tener la cara de García.

Una reclutada… ¿y cuántas más hay en el camino? 
La CGTP, que parece ya escuchó que se prepara la designación de Juan Sheput, otra perla del toledismo-fujimontesinista, señala que con ministros como éste se viene abajo la cacareada “inclusión social” de la que nos habló el comandante candidato.

Velarde, quien sin que le piquen la lengua ya se opuso al incremento del salario mínimo y Sheput quien maniobraría para que los sindicatos sigan como bajo el gobierno aprista, amenazados por matones bufalescos que con pistola y cachiporra ahora sustentan la disciplina sindical en favor de la patronal, son las cartas de la continuidad. Como lo es también mantener en vigencia la constitución hecha por Montesinos para darle perpetuidad al Estado mafioso y corrupto del fujimorismo, en el que han nadado como pez en el agua, Paniagua, Toledo y García.

¿Será que habrá que darle una nueva acepción a esta palabreja que ahora nos suena a traición?
Porque, aun sin escrutar los diccionarios de peruanismos o consultar al mismísimo Gregorio Martínez, autor de Ensayos Abechedarios, "reclutada" debe ser una palabra relacionada con los errores del soldado principiante, del recluta, de esos que antes eran cazados con redes en las serranías y amazonía y a los que se “rebautizaba” en los cuarteles sin respeto a la dignidad humana y con absoluto racismo y que hoy, con el mismo racismo, se reclutan por un par de botas sucias, malolientes y usadas y un “rancho” de arroz con frejoles y gorgojos que, durante Fujimori socarronamente alguna vez se dijo que no había problemas con los gorgojos porque éstos contienen proteínas. Toda una palabreja del diccionario racista que forma la parte de la jerga cuartelaria.

Pues bien, para el pueblo la palabra ratificar ahora tiene una nueva acepción: “convertir en rata”. 
Al ratificar a Velarde, comandante Humala, usted nos está indicando que ya se dispuso a gobernar con ratas como Velarde. También, porqué no decirlo con propiedad, que usted, comandante, va a gobernar como las ratas que salen del palacio este próximo 28 de Julio. Sólo tenga en cuenta que con la vara con la que usted ahora “rati-fica”, con esa misma vara será ratif… medido.

¡Despejen, despejen que las ratas que se van, regresan con el nuevo gobierno!

Cabe

Saturday, July 16, 2011

El Tren de la ausencia y la burguesía “chambona”

Las inauguraciones de las últimas de “cientos de miles de obras” de las que se jacta haber hecho Alan García, que sólo son celebradas y ¿conocidas? por los medios que, con seguridad, han recibido una tajada importante de la torta de la publicidad estatal, alrededor de 12 millones de soles anuales, que los hizo conversos al alanismo y su sagrada doctrina del “perro del hortelano”, muestra en toda su crudeza lo que es la “chambonada” en el Perú.

Obras a medias, mal hechas, o hechas al “carrerazo”, sobrevaluadas —con presupuestos que al final resultaron diez veces mayor que lo originalmente planteado—, de dudosa calidad y peor gusto, carentes de planificación y futuro, zahumadas de corrupción de principio a fin, listas sólo para la placa y el discurso, retratan de cuerpo entero no sólo lo que es Alan García sino la burguesía peruana. Una burguesía además de inepta, “chambona”.

“Chambón” es una palabra de origen popular, posiblemente deriva de chamba, pero de “chamba torreja”. Detecta al trabajador que termina una obra al “allá-va”, sin importar la calidad. Pero sobre todo delata al patrón que debiendo exigir calidad se conforma y hasta estimula que el producto final sea carente de calidad. La calidad no importa a esta clase de patrones. De este seudo-pragmatismo, la chambonería, está escrita la historia de la burguesía peruana.

El mafioso Henry Meiggs
Durante la mejor época del guano y la minería, a mediados del siglo XIX, específicamente entre 1868 y 1875, las compañías mineras que tenían sus asientos en La Oroya, demandan la construcción de un ferrocarril que facilitara el transporte de los minerales, entre los cuales el oro y la plata, que saqueaban del Perú. Es por esta época en que aparece Henry Meiggs un aventurero de mafiosa trayectoria que durante la fiebre del oro en California apareció en San Francisco especulando con propiedades inmuebles y luego dedicado a la construcción de muelles que, contando con el apoyo de algunas autoridades, fueron sobrevaluados. Luego, recurre a la falsificación de certificados municipales (warrants) para respaldar cuantiosas deudas. Por esa razón, para evitar ser preso, salió fugado, llevándose consigo 8 mil dólares de la época, partiendo para Sudamérica.

Meiggs, estuvo primero en Chile, donde hizo cierta fama construyendo el tramo del ferrocarril de Santiago a Valparaíso, con un contrato obtenido por medios corruptos que le deparara enormes y sucias ganancias que, por lo que se robaba, le generó el apodo de “Pizarro gringo” (Alejandro Salinas Sánchez, http://temashistoria.blogspot.com). Cuando las autoridades californianas solicitan su extradición, las autoridades chilenas se la niegan. Meiggs sabía demasiado de esas autoridades como para no tener su protección.

Meiggs y Balta, el García o Fujimori de entonces
Cuando llega al Perú, atraído por las informaciones acerca de la próspera economía de éste país gracias a la exportación de guano, Meiggs considera haber capturado a la gallina de los huevos de oro. Es así que forma un lobby muy dinámico con su hermano John y su amigo Charles Watson, entre otros, que consigue del gobierno de José Balta la promulgación de la Ley de Ferrocarriles que incrementó el presupuesto peruano de 3 235 000 pesos gastados entre 1850 y 1858 a los derrochados en contratos con Meiggs, 111 507 712 pesos, gastados entre 1868 y 1875.

Henry Meiggs, adicto a los juegos sucios y especialmente a la corrupción de los funcionarios, encuentra en Perú, a pesar de que aun no existía el APRA o el fujimontesinismo, una cantera de mafias corruptas y “argolleras”, que se manifestaban a cada paso desde el poder político y económico. En la construcción del Ferrocarril Central, algunos pedidos se hicieron usuales como “ingeniero, que el tren no atraviese mi hacienda”, o “haga lo posible para que bordee mis terrenos, para que estos se coticen mejor”… “ingeniero, agréguele un monto adicional a su presupuesto que yo lo arreglo con el ministro y a usted le caerá su tajada”, los “Bietos” y “Leones” de aquella época en pleno faenón con el gringo mafioso, y el presidente presuroso “haga cualquier plano, provisional, así nomás, ingeniero, que ya tengo ansias para inaugurar la primera piedra”.

Cobrando hasta después de muerto
“Chambonada” y corrupción bailando al ritmo del tren. Como el tren “eléctrico” de Alan García, planificado para construirse en 6 años, el Ferrocarril Central tomó 20 años para inaugurarse. Sin embargo, en 1877 muere Meiggs, dejando inconclusa la obra y sospechosamente, aun después de muerto siguió cobrando fortunas a través de su hermano y su socio Watson. El estado peruano quedó desbarrancado con las deudas originadas por Meiggs y el tristemente célebre "contrato Dreiffus". Una deuda que pagaron nuestros abuelos y padres y seguramente seguimos pagando nosotros.

En lugar de ser denunciado y perseguido por la justicia, Meiggs fue declarado poco menos que héroe y hasta se levantó un mausoleo a su “memoria” que, en realidad, debiera ser el símbolo de la corrupción de la chambona burguesía peruana.

Corrupción y chambonería, como política de Estado.
Son de imaginar los arreglos bajo la mesa de Alan o sus allegados, ministros y funcionarios, apresurando el paso para que el tren parezca listo cuando se “inauguró” el pasado 11 de Julio. “Termínenlo así nomás, lo importante es inaugurarlo” habrá dicho Alan. “Presidente, habrá contestado algún profesional conciente, aun falta resolver el problema de energía, no hay electricidad para mover la locomotora, la zona de Villa María del Triunfo (?) no tiene elevado y aun no se han resuelto los cruces peatonales y menos aun los vehiculares… falta mucho aun, presidente”.

García el inca-paz
“Termínenlo así nomás, a la chambonada, no puedo esperar más, ya tengo listo el discurso que me elevará a la inmortalidad” habrá sido la respuesta del caradura que compara ese mamarracho sobre rieles, un “tren de la ausencia”, como la ranchera de José Alfredo Jiménez, con pasaje sin regreso por la escasez de vagones, nada menos que con Machu Picchu ¡Nó!

Que diría Pachacútec el gran estadista, el que dispuso la construcción de Machu Picchu y extendió el Capac Ñam, o caminos del Inca, a más de 60 mil kilómetros, e incrementó las Colcas, el sistema de almacenes que llegó a cientos de miles de metros cúbicos, además de miles de hectáreas en andenes, unas obras que resisten a través de los siglos. ¿Compararse con el verdaderamente grande, Sapan Inca Pachacútec? No, pues. Alan sólo solo puede ser calificado de inca-paz.

¿Terminará Ordebrech, la empresa brasileña encargada de su construcción, el tren eléctrico de Lima que al parecer funcionará a petróleo y que registra 25 años de chambonada en chambonada, o la dejarán a medias como Meiggs, el “Pizarro gringo”, hace 150 años atrás?

Ay, Chambones.

Cabe

Thursday, July 7, 2011

Trujillo, 7 de julio de 1932, 79 años después

El pueblo trujillano resistió con heroísmo
Era pasada la medianoche, y los insurgentes divididos en dos grupos comandados por Manuel “Búfalo” Barreto y Alfredo Tello Salavarría, destacados el primero frente a la entrada principal y el segundo en la parte posterior del Cuartel Ricardo O’Donovan, ubicado en los extramuros de la ciudad de Trujillo, capital del departamento de la Libertad, cuando se dio la orden de ataque.

Búfalo Barreto, un hombre alto, musculoso y muy fuerte, dio la contraseña a la guardia del cuartel que se hallaba tras el portón de ingreso y que supuestamente estaba alineada con la insurrección. No se sabe aun como es que la guardia fue cambiada y en vez de recibir la respuesta adecuada se oyó ¡Alto o disparo! Barreto, lleno de furia, sintiéndose engañado, arremetió contra el portón abriéndolo de par en par, recibiendo una descarga que lo dejó sin vida.

Informado de la fatal noticia, Tello asume la dirección de la batalla por la toma del cuartel. Iluminado por la fe de su doctrina política y sacando conocimientos militares, allí mismo, al andar, en pocas horas, adiestrados oficiales y soldados fueron derrotados militarmente, en su terreno. Es que cuando los pueblos se deciden nada impide su victoria.

Enterados los trujillanos de la hazaña, por miles se apostaron en la Plaza de Armas para celebrar el triunfo y declarar Trujillo “zona liberada”. La revolución aprista-socialista había comenzado.

¿Cómo es que se llegó a esta situación?
El Perú de los terratenientes, de los oligarcas parasitarios, de las castas racistas, de los saqueadores del Perú, de las costumbres virreynales, aristócratas de medio pelo, de los pitucos de la huachafería social, los “huele-a-pichi” que aparecen en las páginas sociales, los mediocres y cobardes militares que no ganaron una y se rindieron siempre en cada frontera, los políticos baratos que siempre están de venta, los coimeros, los tránsfugas, los reciclados, los “redondos” de tanto rodar en la bajeza, los miro-quesadas de siempre pro-chilenos, pro-yanquis, pro-basura, los cavernarios prehomínidos opuestos a algún cambio, los religiosos y cucufatas para quienes los derechos humanos son una cojudez, los adoradores del mercado y de sus leyes antinatura, esos para los cuales el Perú es solo la casualidad de un aborto, de su aborto, una vez más habían trasgredido las leyes de la historia.

Opuestos a cualquier reforma, incluso la que podría acomodarse a su esencia plutocrática, impidieron el triunfo electoral del Partido Aprista que liderado por un Haya de la Torre influenciado por la revolución mexicana y rusa y por las doctrinas socialdemócratas, empatado con el devenir histórico de su clase se había lanzado al ruedo para poner en el camino un proyecto de desarrollo capitalista.

Era demasiado. Qué sabe el burro de alfajores. Viendo sapos y culebras en un proyecto que podría perpetuar su riqueza incrementándola sobre la base de una transformación de oligarca a capitalista, la pútrida oligarquía se puso la camisa negra de moda, la del fascismo, apoyando a Luis M. Sánchez Cerro, y en un fraude que luego sería ampliamente verificado, robó los votos del pueblo que apoyaban al candidato reformista, Víctor Raúl Haya de la Torre e impuso una nueva dictadura. Una más.

Casi 400 años habían casi transcurrido desde que el “michicuchi”, el cría cerdos, Francisco Pizarro, había dado inicio a la maloliente caverna política que sigue gobernando el Perú hasta nuestros días. Para ésta la insurrección popular fue demasiado. Muertos de miedo, los oligarcas ordenan a Sánchez Cerro a bañar en sangre la revolución de Trujillo, para impedir que ésta se extienda por todo el país. Mucho antes que Guernica, Trujillo fue bombardeado desde el aire para amedrentarlo y destruirlo psicológica y físicamente.

Miles de valientes luchadores hombres y mujeres ofrecieron una resistencia heróica pero inútil, como la heroína María Luisa Obregón, la “Laredina”, como era llamada cariñosamente y que metralleta en mano defendió la plazuela del Recreo, miles dejaron sus vidas cantando la Internacional y la Marsellesa, los himnos de las revoluciones populares que aun suenan y resonarán por el mundo hasta que se cumplan los deseos de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Ese 7 de Julio de 1932 perdimos la batalla. Por eso, este 7 de Julio un heredero, no del joven Víctor Raúl sino del senil y traidor Haya de la Torre, Alan García, prefiere celebrar el saqueo de Machu Picchu en la misma fecha en que hace 79 años atrás las limpias manos del pueblo salieron a barrer el país de las alimañas que nos gobiernan. No será siempre así. ¡No!

Quienes rendimos un justo homenaje a la Revolución de Trujillo de 1932, en su nombre, en el nombre de miles de luchadores que ofrendaron sus vidas por un Perú mejor, usaremos esta fecha para renovar nuestro compromiso de lucha por los mismos ideales por los que ellos marcharon al sacrificio: el Perú Socialista.

Triunfaremos, María Luisa “Laredina” Obregón.

Cabe

Wednesday, July 6, 2011

¿Se debe celebrar la fecha del saqueo de Machu Picchu?


Que la imposición del eurocentrismo es aplastante en nuestra historia oficial, lo muestra la pretendida celebración de los “100 años del descubrimiento científico (sic) de Machu Picchu”.

Eso nos recuerda el tristemente célebre festejo del V Centenario del “descubrimiento de América”, en 1992, conmemorado especialmente en España.

En el caso del “descubrimiento de América”, pareciera que cuando los españoles llegaron al continente, éste o estaba deshabitado o en todo caso lo era por gentes primitivas, salvajes, sin idioma, sin religión, sin cultura. Por eso, hoy se habla del “legado español”: el idioma, la religión y la cultura “occidental y cristiana”. De modo que en la visión eurocéntrica, los quechuas en vez de idioma hablaban dialecto, en vez de religión tenían superstición y en lugar de cultura, folklore.

Uff, ay que tomar aire, respirar profundo para tragarse ese cuento.

Si Marco Polo hubiera triunfado militarmente en su excursión a China, seguro que los europeos tendrían una fecha para la celebración del descubrimiento del Asia. Pero como todos sus intentos de invasión se estrellaron contra la Gran Muralla China y tuvieron que salir volando porque los inventores de la pólvora no los recibieron con fuegos artificiales sino con explosiones en su trasero, es que Europa no tiene una fecha marcada con la espada y la cruz en el calendario del inicio de sus relaciones con Asia.

En cambio, en el caso del continente que ellos llaman América, pero que los indígenas con todo derecho denominan Abya Yala, ("continente de vida"), como hasta hoy la historia oficial la escriben los que triunfaron, es que todavía no se desmienten sus cuentazos.

Agustín Lizárraga
Sirva, pues, este largo preámbulo para referirnos al hecho de que la celebración del llamado descubrimiento de Machu Picchu, por el aventurero Hiram Bingham, no es más que el festejo del día en que el mencionado personaje, llevado por guías que conocían el camino, trazado el 14 de Julio de 1902 por el agricultor cusqueño Agustín Lizárraga, inició el saqueo de piezas importantes que fueron a parar a la Universidad de Yale, y vaya uno a saber adonde más, que hasta ahora no devuelve la totalidad de las piezas arqueológicas inventariadas durante el gobierno de Agusto B. Leguía, que se prestó a semejante latrocinio. Y vaya a saber si todo lo de verdadero valor fue realmente inventariado. Yo no lo creo.

Se ha revelado, y existen algunas pruebas fotográficas que así lo confirman, que Lizárraga llegó a Machu Picchu antes que el “Indiana Jones” Bingham; que cuando el agricultor cusqueño llegó a la ciudadela, pintó un muro con su nombre y con la fecha de su hallazgo. Una pintada que Bingham hizo despintar entra gallos y medianoche para que los fotógrafos del National Geographic, que pagaron su aventura, pudieran atribuirle y pagarle la exclusividad.

Pachacútec
Pero más allá de esta historia, de Lizárraga o Bingham, nadie se atreve a hablar de lo epopéico de sus verdaderos constructores, en especial del Sapan Inca Pachacútec y sus asesores que plasmaron esta obra de particular atractivo y de perdurable encanto. No. El eurocentrismo, también ha creado dudas respecto a sus constructores, para así disminuir sus proezas. Como no puede admitir que los indígenas hayan sido capaces de construir semejante maravilla, hasta ha inventado la idea de que fueron extraterrestres quienes realizaron este gigantesco monumento que representa el epítome de lo que fue la cultura quechua.

Este 7 de julio sólo pueden ser capaces de celebrar el saqueo de Machu Picchu quienes como Alan García y demás parásitos cleptócratas que gobiernan el Perú siguen saqueando o permitiendo el saqueo de nuestro país.

Cabe

Tuesday, July 5, 2011

¿A qué va Humala a los EEUU?

“Estados Unidos es un socio importante… debemos fortalecer nuestras relaciones” dice Ollanta Humala.

No, comandante. Estados Unidos no es socio de nadie, mucho menos del Perú cuya verdadera importancia se refleja el hecho de que somos menos del 0.3% del volumen de las transacciones comerciales de ese país.

No somos socios de EEUU, comandante. Para dejarlo bien en claro, vale recordar una frase célebre de Roosevelt que alguna vez expresó tajantemente: “Estados Unidos, no tiene amigos. Tiene intereses”.

Es en función de esos intereses, vale decir los intereses de sus corporaciones multinacionales, defendidos con brutalidad imperialista, que EEUU invade países y supone que las riquezas naturales del mundo entero le pertenecen, incluyendo las de Perú. Tal es la razón por la que el país imperial no se rebaja a debatir absolutamente nada con ningún otro que no sea una potencia que pueda oponérsele de igual a igual, como la Comunidad Europea o China. Fuera de eso, los países restantes son un cero a la izquierda, con excepción de Cuba en América Latina, país que ha defendido con dignidad y mucho sacrificio su soberanía.

¿Es que acaso el Tratado de Libre Comercio, por ejemplo, con EEUU puede llamarse tratado? ¿Libre? ¿No fue acaso que ellos redactaron dicho tratado y por mucho que se nombraron comisiones para “debatir” y que costaron mucho dinero al Perú, tan solo fueron a decir chicheñó a todas las condiciones impuestas por los yanquis?

Esa imposición al Perú, aun no había sido firmada pero desde el Ministerio de Agricultura de Toledo ya se anticipaba que, para empezar, los productores de arroz vieran qué hacer porque después de la firma el 50% del consumo peruano sería importado desde EEUU porque eso era el “acuerdo” comercial, entonces pues, bajo ningún punto de vista tiene nada de bueno para nuestro país, pero ahí está como una amenaza que vulnera nuestra soberanía.

¿Le dirá Humala, al bueno para nada de Obama, “su socio”, que el Perú exige un tratado de verdad y no esa imposición imperialista al que tanto Toledo como García se bajaron los pantalones?

Para comenzar, Obama ni lo va a recibir sino la Clinton, que supo antes que el presidente moreno que el Pentágono auspiciaría el golpe de Estado en Honduras.

La Clinton, no entrará en medias tintas. En cuanto vea a Humala le entregará un guión de cómo deberá actuar el comandante durante su gobierno. Ella hablará por las corporaciones mineras que no quieren saber de tributaciones a “sus” sobreganancias. También expresará su oposición a cualquier cambio de la constitución hecha por Montesinos y dictada directamente por los genios de la CIA de la que Montesinos fue asalariado durante la dictadura de Fujimori.

La Clinton insistirá en que el Estado peruano debe mantenerse tal cual: maniatado para favorecer a la mayoría de peruanos, pero con una mano libre para firmar cuanto acuerdo antinacional y corrupto se presente a fin de beneficiar los intereses del imperio. “Usted no ha sido elegido presidente del Perú, comandante, sólo administrador de una colonia del imperio” dirá la Clinton.

Frente a eso, Humala se preguntará ¿qué hago yo acá?

No, comandante. Usted no tendría porque haber ido a EEUU. Si el embajador yanqui tenía algún mensaje del imperio, usted debió recibirlo con las cámaras de televisión dispuestas en cadena nacional y hubiera leído en voz alta, para que todos lo oigamos, el guión que le hubiesen entregado.

Usted que habló de soberanía durante las elecciones, tenía la obligación de demostrarlo con transparencia. Lo otro, las conversaciones y amarres a escondidas, en misterio, como las conversaciones con Toledo en las que éste sale hablando como papagallo mientras usted se le corre a las declaraciones, porque seguramente arregló algo vergonzoso, son una mala señal.

Vamos Ollanta Humala, deje las visitas para otra ocasión. Puno, como Huancavelica, Bagua y otras regiones del Perú desatadas en casi más de 250 conflictos y en lucha contra el neoliberalismo y por la transformación del país esperan hablar con usted en vivo y en directo.

Esa es su prioridad, recuerde que para eso fue elegido.

Cabe