Tuesday, November 6, 2012

FUJIDEF


Si en el Perú hubiera una justicia que funcionase con imparcialidad, tanto Sendero Luminoso, y sus siglas consecuentes como el MOVADEF, así como el Fujimontesinismo, con su nueva sigla Fuerza Popular, ambos serían considerados instituciones del crimen organizado preparadas para delinquir.

Fujidef y el narcotráfico
Ambas organizaciones están presuntamente asociadas al narcotráfico. No se debe olvidar que el avión presidencial durante el gobierno de Fujimori era vehículo de carga de drogas, como que el 10 de mayo de 1996 se le encontró transportando 196 kilos de cocaína. Tampoco debe olvidarse el caso del narcotraficante Demetrio Chávez, alias “Vaticano”, quien destapó el caso de los cupos que exigía el asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, alias Rasputín, para permitirles proseguir con éxito el tráfico de drogas.

Las vinculaciones de Sendero Luminoso con el narcotráfico en el VRAEM, está ampliamente documentado, lo que establece el paralelo que existe entre esta organización maoísta con el montesinismo cuyas vinculaciones con el tráfico de drogas son la fuente de su potencial económico.

Fujidef terrorista
En la trayectoria terrorista de ambas organizaciones criminales también existe un paralelo. El Fujimontesinismo desató al terrorismo de Estado con la activa participación del paramilitar grupo Colina, pero lo grave es que se impartieron directivas a las propias instituciones militares para actuar con los conceptos que aplicara EEUU en su invasión a Vietnam, lo que incluía la puesta en práctica de manuales de torturas entre otras directivas de carácter criminal. Asimismo, se hicieron frecuentes los secuestros y desapariciones de opositores al régimen que se hacían en el SIN, dirigidos directamente por el “doc”, Montesinos con el conocimiento de Fujimori, que hasta poseían un crematorio propio para la desaparición de los cadáveres de sus víctimas.

Los crímenes de Sendero Luminoso, aplicados contra campesinos, dirigentes sindicales, como el caso de la dirigente María Elena Moyano, al igual que los crímenes del fujimontesinismo, han sido declarados “crímenes de lesa humanidad” por la Comisión de la Verdad y Reconciliación que establece que el 54% de los asesinatos y desapariciones fueron realizados por los seguidores de Guzmán, pero el terrorismo de Estado, en el que se encuentra involucrado el fujimontesinismo, es responsable del otro 46%.

¿Porqué el fujimontesinismo sigue actuando legalmente?
No hay otra respuesta que debido al enorme potencial económico con que cuenta el fujimontesinismo y sus lazos mafiosos con la lumpenburguesía peruana, una clase parasitaria que debe sus ingresos ya sea a su participación como testaferros del capital multinacional, como lo representa Roque Benavides, testaferro de Newmont, y uno de los principales soportes económicos del partido fujimorista.

Asimismo es un factor de fortaleza los lazos que unen al fujimorismo con los medios de comunicación a los que en su momento repartió dólares por fardos para comprar sus editoriales y hacerlos voceros de la mafia. Un rol importante juegan los burócratas de alto mando con carné aprista que hacen el juego al partido de haya de la Torre hoy devenido en socio activo del fujimontesinismo, como que ambos conforman también parte del crimen organizado.

¿Sigue “jodido” el Perú, como dijera Vargas Llosa, sin posibilidades de sacudirse del Fujidef?
Los jóvenes de los diferentes colectivos sociales que vuelven a cobrar fuerza como cuando sacaron adelante la campaña ¡No a Keiko!, nuevamente vuelven a la palestra. Esa es la esperanza de un futuro diferente.

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