Es
evidente que la presidencia es un cargo que le quedó demasiado grande a Ollanta
Humala. El nombre también.
Ollanta
es un nombre que forma parte de una historia quechua de amor, heroísmo, valor y
desafío al poder. Ollanta, el verdadero, durante el gobierno del gran
Pachacutec, debido a su valentía y destreza militar, a pesar de su juventud,
alcanzó el grado de capitán general del Antinsuyo, llegando a ser uno de los favoritos del Inca.
Sin embargo, el bravo general por encima de las jerarquías
sociales, se enamora de Cusy Coyllor, la hija engreída de Pachacutec y se atreve a
pedirla en matrimonio.
Como
era de esperarse, el Inca pone por encima de todo el asunto de linajes y deniega
la petición, confinando a Cusi Coyllor a un Accla Huasy, una especie de convento
en el que se educan las nobles del imperio, mientras Ollanta, se rebela al Inca
y le declara la guerra desafiando su poder. Durante diez largos años
Ollanta resiste sin ser derrotado hasta que muerto Pachacutec, su sucesor, Inca
Yupanqui, pondrá fin a la rebelión de Ollanta amnistiando al general rebelde y permitiendo la boda con
su hermana Cusy Coyllor. Obviamente ese fue el mayor triunfo de este invicto
general.
El Ollanta "bamba"
El
comandante Ollanta Humala, tiene un pasado escabroso que pone su valentía en
duda, toda vez que se le acusa de asesinar a pobladores inocentes en la selva
amazónica, en el pueblo llamado Madre Mía. Al parecer, los documentos que
lo acusarían habrían desaparecido, logrando su impunidad, gracias a las habilidades del coronel retirado, Adrián
Villafuerte, que hoy tiene un cargo muy extraño al costado del presidente.
Exactamente el mismo cargo que tuvo Vladimiro Montesinos con Fujimori.
Durante
las elecciones, el Ollanta bamba, aparentó desafiar a las corporaciones
multinacionales y a defender los intereses del pueblo. Como en el caso de la
defensa del agua frente a las mineras en las que el candidato de papel, hizo
suya la frase “agua sí, oro no”, que ahora con Humala en el poder ha sufrido
una metamorfosis, “agua sí… oro también… un poco de corrupción tampoco está
mal…”
Feli-pillo
Definitivamente
este Humala no se parece al guerrero que desafió al Inca. Mas bien lo
encontramos muy parecido a otro personaje, el tristemente célebre Felipillo
papel que también protagonizara Alejandro Toledo desde la presidencia.
Felipillo,
es un personaje que encarna la traición y el sometimiento a las
fuerzas extranjeras. Era éste un poblador de la comunidad Tallán, que se ubica
en Piura. Según la historia, se acercó a los españoles para servirles de intérprete y
auxiliarlos primero para la captura de Atahualpa y luego para precipitar su asesinato,
decretado por Francisco Pizarro. Este abyecto traidor es el que más se
acomoda a las características de Humala presidente, quien desde el poder, no deja de
sorprender por su infame, rastrera e incondicional defensa a las
transnacionales que hoy aplauden sus órdenes de disparar contra las
poblaciones que protestan contra el mal gobierno.
CONPARTO SU OPINION.
ReplyDeleteEN EL PERU ESTADO DE DERECHO ES PARA LAS TRANSNACIONALES Y MINERAS,PERO SI TU RECLAMAS TE DAN CON PALO,BOMBAS Y TE METEN PRESO,ES UNA VERGUENZA NACIONAL.
ATTE.PICFLORTARMEÑO