Si en
el Perú hubiera una justicia que funcionase con imparcialidad, tanto Sendero
Luminoso, y sus siglas consecuentes como el MOVADEF, así como el
Fujimontesinismo, con su nueva sigla Fuerza Popular, ambos serían
considerados instituciones del crimen organizado preparadas para delinquir.
Fujidef y el narcotráfico
Ambas
organizaciones están presuntamente asociadas al narcotráfico. No se debe olvidar que el
avión presidencial durante el gobierno de Fujimori era vehículo de carga de
drogas, como que el 10 de mayo de 1996 se le encontró transportando 196 kilos de cocaína.
Tampoco debe olvidarse el caso del narcotraficante Demetrio Chávez, alias
“Vaticano”, quien destapó el caso de los cupos que exigía el asesor de
Fujimori, Vladimiro Montesinos, alias Rasputín, para permitirles proseguir con
éxito el tráfico de drogas.
Las
vinculaciones de Sendero Luminoso con el narcotráfico en el VRAEM, está
ampliamente documentado, lo que establece el paralelo que existe entre esta
organización maoísta con el montesinismo cuyas vinculaciones con el tráfico de drogas
son la fuente de su potencial económico.
Fujidef terrorista
En la
trayectoria terrorista de ambas organizaciones criminales también existe un
paralelo. El Fujimontesinismo desató al terrorismo de Estado con la activa
participación del paramilitar grupo Colina, pero lo grave es que se impartieron
directivas a las propias instituciones militares para actuar con los conceptos
que aplicara EEUU en su invasión a Vietnam, lo que incluía la puesta en
práctica de manuales de torturas entre otras directivas de carácter
criminal. Asimismo, se hicieron frecuentes los secuestros y desapariciones de
opositores al régimen que se hacían en el SIN, dirigidos directamente por el
“doc”, Montesinos con el conocimiento de Fujimori, que hasta poseían un
crematorio propio para la desaparición de los cadáveres de sus víctimas.
Los crímenes de
Sendero Luminoso, aplicados contra campesinos, dirigentes sindicales, como el
caso de la dirigente María Elena Moyano, al igual que los crímenes del fujimontesinismo, han
sido declarados “crímenes de lesa humanidad” por la Comisión de la Verdad y Reconciliación
que establece que el 54% de los asesinatos y desapariciones fueron realizados
por los seguidores de Guzmán, pero el terrorismo de Estado, en el que se encuentra involucrado el
fujimontesinismo, es responsable del otro 46%.
¿Porqué el fujimontesinismo sigue actuando
legalmente?
No hay
otra respuesta que debido al enorme potencial económico con que cuenta el
fujimontesinismo y sus lazos mafiosos con la lumpenburguesía
peruana, una clase parasitaria que debe sus ingresos ya sea a su participación como
testaferros del capital multinacional, como lo representa Roque Benavides,
testaferro de Newmont, y uno de los principales soportes económicos del
partido fujimorista.
Asimismo
es un factor de fortaleza los lazos que unen al fujimorismo con los medios de
comunicación a los que en su momento repartió dólares por fardos para comprar
sus editoriales y hacerlos voceros de la mafia. Un rol importante juegan los
burócratas de alto mando con carné aprista que hacen el juego al
partido de haya de la Torre hoy devenido en socio activo del fujimontesinismo,
como que ambos conforman también parte del crimen organizado.
¿Sigue “jodido” el Perú, como dijera Vargas Llosa, sin posibilidades de sacudirse
del Fujidef?
Los jóvenes de
los diferentes colectivos sociales que vuelven a cobrar fuerza como cuando
sacaron adelante la campaña ¡No a Keiko!, nuevamente vuelven a la palestra. Esa es la esperanza
de un futuro diferente.